Cuando un gato llega a tu vida, esperas una mezcla de cambios en la rutina, como encontrar pelos por todos lados, y beneficios, como una mayor responsabilidad y reducción del estrés. Se establece una nueva dinámica de afecto, que incluye enseñarte a amar sin posesividad y saber que hay alguien esperándote en casa, pero también es posible que tengas que acostumbrarte a su curiosidad y a dedicarle más tiempo a través de juegos y cuidados. 

Cambios en tu vida

  • Más pelos: prepárate para encontrar pelos en la ropa, sillones y otros lugares, ya que son una parte inevitable de tener un felino en casa. 
  • Un nuevo miembro en casa: sabrás que hay un ser vivo esperando tu llegada, lo que puede ser reconfortante y te anima a estar más presente y consciente de tu hogar. 
  • Rutina con juguetes y juegos: es común investigar y comprar accesorios y juguetes para gatos, y pasar tiempo de calidad jugando con ellos para mantenerlos felices y entretenidos. 
  • Responsabilidad y cuidado: tu gato te enseñará la importancia de la responsabilidad, ya que deberás encargarte de su alimentación, salud y bienestar. 
  • Una nueva fuente de estrés reducido: acariciar a tu gato puede ayudar a bajar los niveles de cortisol y aumentar la producción de ondas cerebrales relajantes. 

Cambios en tu relación con el gato

  • Amor a su manera: los gatos te enseñarán el concepto de amor no posesivo; estarán cerca cuando quieran y se irán cuando lo necesiten. 
  • Aprendizaje continuo: tendrás que aprender a entender su lenguaje, sus comportamientos y necesidades, lo que puede ser un proceso de aprendizaje continuo para ti también. 
  • Vínculo único: desarrollarás un vínculo fuerte a través de juegos, caricias y tiempo compartido, fortaleciendo su confianza en ti y en tu relación. 
  • Lecciones de vida: es probable que un gato te enseñe paciencia, a vivir el momento, a valorar la independencia y a disfrutar de los momentos de calma, según el.